Bronceadores
Bronceador facial
¿A quién de nosotros no le gusta el efecto de una piel dorada y ligeramente bronceada? Un rostro bañado por el sol luce sano, radiante y fresco, y el color cálido le añade encanto. Cuando no tenemos la oportunidad de aprovechar la luz natural del sol, un bronceador facial viene al rescate. Cuando se aplica sobre la piel y se frota adecuadamente, da la impresión de un bronceado delicado. Dependiendo del acabado se puede utilizar de dos formas. Si eliges un cosmético con partículas iluminantes u opalescentes, podrás utilizarlo para barrer sutilmente por todo el rostro o las partes que quieras resaltar. A su vez, con un producto con acabado mate se puede contornear, gracias a lo cual se modelarán los rasgos y el rostro quedará ópticamente más estilizado.
¿Bronceador en barra, en crema, líquido o en polvo?
La selección de productos es realmente amplia. El más clásico, el en polvo, puede ser en forma de polvo compacto o suelto. Para su aplicación podemos elegir entre tres tipos de brochas de maquillaje: con cerdas inclinadas, redondas (las llamadas "de huevo") o anchas y planas con cerdas cortadas uniformemente. Cada uno de ellos te permitirá aplicar el cosmético, pero siempre es mejor difuminarlo con una brocha limpia y esponjosa. El bronceador en barra, en crema o líquido también se puede difuminar con una brocha, pero debe estar destinado a cosméticos en crema. El contorneado húmedo ha ganado una enorme popularidad en los últimos años y su mayor ventaja es la capacidad de moldear los rasgos con mucha fuerza.
¿Cómo aplicar bronceadores faciales?
El método de aplicación del bronceador depende de su acabado. El iluminador debe aplicarse alrededor de los pómulos, los lados de la frente y la línea de la mandíbula para lograr el efecto de una piel bañada por el sol. En el caso de un cosmético mate la aplicación debería ser más precisa. Su propósito es distanciar y ocultar visualmente las partes seleccionadas. Suele aplicarse con un movimiento oblicuo debajo de los pómulos, a los lados de la mandíbula y la frente. Esto crea la forma del número 3. A la hora de aplicar bronceador, lo más importante es aplicarlo en pequeñas cantidades. A menudo, los pigmentos son fuertes y si no se sacude el exceso de producto, es fácil manchar la piel. La clave para un buen contorno es difuminarlo bien para que los bordes no sean visibles.