Cosméticos para tomar el sol
Cosméticos para tomar el sol
El sol es muy importante para el buen funcionamiento del organismo porque produce vitamina D3 en la piel. Es cierto que 20-30 minutos diarios de exposición al sol son suficientes para obtener la dosis necesaria. Los baños de sol más prolongados suelen tener como objetivo obtener un tono de piel bonito y dorado. Sin embargo, para evitar quemaduras y decoloración, es necesario utilizar siempre cosméticos bronceadores, es decir, productos con filtro que proteja contra los rayos UV. Los cosméticos bronceadores naturales de la marca polaca Nacomi, enriquecidos con aceites naturales, funcionarán perfectamente. Gracias a ello, además de proteger frente a las quemaduras, también hidratan, lubrican y suavizan la piel.
¿Qué filtro debo elegir?
El filtro debe adaptarse a su tipo de piel. Cuanto más claro sea tu tono de piel, más fuerte será el filtro que deberás elegir. Para el fototipo I, las cremas SPF 50 serán las mejores, mientras que para el fototipo II pueden ser un poco más claras: SPF 30. Puedes elegir la protección SPF20 si tienes la piel más oscura (fototipo III) o si tienes previsto tener una exposición breve al sol en un día no muy caluroso. Los valores más bajos, es decir, filtros 15, 10 o inferiores, se recomiendan para personas de piel oscura que no tienen problemas de quemaduras y obtienen inmediatamente un tono marrón de bronceado. Los productos con filtro, así como los aceleradores especiales, también se pueden utilizar como cosméticos bronceadores en un solárium.
Autobronceadores
Incluso los mejores cosméticos bronceadores no serán útiles en los meses de otoño e invierno, cuando no es posible oscurecer la piel de forma natural. Entonces los autobronceadores son una gran solución. Gracias a la disponibilidad de varias consistencias, podrás elegirlas según tus necesidades y preferencias. Las mousses son las más populares porque son fáciles de aplicar y tienen una alta eficacia. Para una aplicación uniforme, recomendamos guantes especiales que no dejen rayas ni manchas y que no manchen las manos. Los sprays y brumas también son muy prácticos porque, gracias a su fórmula ligera, no sobrecargan la piel. Además, son fáciles de rociar, lo que significa que hay poco riesgo de que el producto se distribuya de manera desigual.
